Vivimos una época apasionante de cambios estructurales profundos que nos hacen reflexionar sobre nuestra situación a todos los niveles: personal, social, político, económico… Este cambio de paradigma nos interpela y nos obliga a buscar respuestas a las preguntas de siempre en una época de transiciones.
Suelo contar que cuando empecé mis estudios universitarios calculábamos, valga la redundancia, con “regla de cálculo”, un instrumento que ya nuestros jóvenes no saben qué es; nuestras madres se dedicaban a “sus labores” y algunos de nuestros padres iban a trabajar en “Vespa”.
De aquella época pasamos la transición del régimen de la dictadura al actual sistema político que, queramos o no, nos ha situado en una Unión Europea que, con sus dimes y diretes, nos ha hecho transitar hacia nuevas formas de comportamientos políticos, económicos y sociales. Una gran transición en la que estamos inmersos.
Y no hablemos de la transición tecnológica que, según dicen, no ha hecho mas que empezar… la aparición de Internet…y los teléfonos móviles…
Y la transición de la igualdad de género…
Y en este panorama ¿cómo saber con claridad hacia donde debemos orientar nuestras vidas para no perecer en el intento?
Mi respuesta después de transitar por muchas veredas concluye en lo que 192 países refrendaron el 25 de septiembre de 2015 en la Organización de Naciones Unidas en New York: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
Esta Agenda universal y para todos los países del mundo nos interpela a todos los niveles: regionales, nacionales, municipales, empresariales, ONGs…hasta llegar al nivel personal. Es un gran instrumento que la ONU pone en manos de la humanidad para resolver sus grandes retos. En ella apoyamos nuestra contribución, la de InterGaiak, y ella es nuestro “Faro de Navegación”. En este blog iremos incorporando nuestras reflexiones a modo de “Diario de Navegación/Bitácora”.